Llamadme pesimista o aguafiestas, pero esto de la igualdad entre hombres y mujeres parece el cuento de nunca acabar. En este post planteo algunas ideas sobre la situación actual, el Día Internacional de la Mujer, soluciones en las que todos podemos poner nuestro granito de arena, y algunas ideas para que profesionales del marketing como yo practiquen un marketing más responsable e igualitario.
No cabe duda de que las cosas han cambiado, lo que ocurría en el mundo laboral y familias hace 20 años ya no tiene nada que ver con lo que vivimos ahora mismo, es pura evolución. Pero de ahí a que consigamos la igualdad, aún queda un trecho. Si no me crees, los datos no mienten:
Esta desigualdad ha llevado a la creación de conceptos e ideas como:
El lema de la campaña de este año para el Día Internacional de la Mujer es #EachforEqual (“cada uno por igual”), el cual aboga por crear un mundo igualitario partiendo de lo individual a lo colectivo. Cada uno de nosotros somos parte de un todo.
Y es que la igualdad no es un problema de mujeres, es un problema social, de todos: familias, madres, padres, niños y niñas; empresas, empresarios y empresarias, personas individuales y colectivos que forman.
Esta frase resume muy bien el espíritu que se necesita para lograr el cambio:
Más responsabilidades, menos dinero y más muertes y violencia, así es como podemos resumir esta desigualdad en la que vivimos las mujeres. Y si bien se ha intentado poner freno a través de medidas sociales y judiciales, a mi parecer lo único que realmente está funcionando es: la educación y el ejemplo.
Y entonces me pregunto yo:
¿Por qué no dejamos de hablar de hombres y mujeres y nos centramos en las PERSONAS? La desigualdad de género no es solo algo que afecte a la mujer, recordemos que hay otros géneros e identidades sexuales que entran en el juego de la desigualdad (homosexuales, lesbianas, transgénero…). Por no hablar de otras minorías también importantes. Hablemos de personas y derechos, de lo que nos une, no de géneros, razas u otras características que nos separan.
¿Por qué no nos centramos más en la educación? Las futuras generaciones son quienes realmente tienen el poder de transformar el mundo y conseguir esa quimera que es la igualdad. Antes de explicar las diferencias naturales entre las personas, hablemos de sus derechos comunes, de la igualdad. Tratemos también de usar un lenguaje inclusivo, no sexista.
¿Por qué no damos ejemplo? Todos tenemos actitudes y costumbres que hemos heredado de generaciones pasadas, seamos conscientes y tratemos de dar pasos (grandes o pequeños) hacia la igualdad entre personas. Con un poco de esfuerzo podemos ir creando nuevas rutinas más igualitarias que nos permitan dar ejemplo a nuestros hijos, sobrinos y amigos.
Otra de las cuestiones que a mí más me atañe es el efecto que produce el marketing en esta desigualdad entre personas, y que desgraciadamente tiende a ser negativo. Desde el mismo momento en que definimos nuestro público objetivo como hombre/mujer, hasta toda la publicidad basada en estereotipos, sexista o que cosifica el cuerpo de la mujer, por no hablar de la realidad en el mundo laboral de las agencias.
Y entonces es donde vienen las dudas: ¿dónde están los límites? ¿Cómo podemos utilizar el marketing a favor y no en contra de la igualdad?
Y ahora es tu turno. Dime como crees que podemos lograr la igualdad entre personas, tanto a nivel personal como profesional desde el punto de vista del marketing. ¿Qué podemos hacer las personas y los profesionales del marketing para potenciar la igualdad?
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